El pasado domingo, 9 de noviembre, subimos hasta la cima de Azero, una pequeña cumbre del macizo del Gorbea y después visitamos la entrada de la cueva de Mairulegorreta, una profunda sima en la que algunos nos atrevimos a internarnos un poco.
Todos en el aparcamiento de las canteras. Se preveía un buen día.
Cualquier excusa es buena para un alto en el camino.
Juntos, siempre es mejor
El almuerzo, uno de los mejores momentos del día.
¿Quedarse en la entrada?
De vuelta casa, conectados con los talkies.
Fue un día precioso entre musgo, hojas secas, hayas y setas.
¡Hasta la próxima!