jueves, 22 de enero de 2015

Fabricando a Olaf en Elgeamendi....



Arranca tímida y perezosa la mañana para la comunidad de Urkide.















Las predicciones meteorológicas parecen haber intimidado a más de uno, pero poco a poco y más bien silenciosos, iniciamos la marcha. Las puertas se abren a nuestros pies...
Arriba, arriba!!!





































Para deleite de los más pequeños, pronto encontramos al paso unas pequeñas cuevas, que no nos dejan indiferentes... 







 










Y por fin, personal de la ESOOOOOO... animada y decidida a subir sin dilación y bien entretenida!!!

















A pesar del camino embarrado...




  













las sonrisas no faltan

















ni tampoco los buenos compañeros,
 





















ni los padres pacientes y abnegados....

 



















Primera parada sin fonda, ni reposición de combustible, pero sí de ligero relajoooo

















Algo de nieve helada en los ribazos durante el ascenso van animando más y más a los niños, imaginando que ya en la cumbre.....



















Más y más barro en un entorno magnífico!!























¡Animo chicos, que está chupado!























Los niños corretean alegres por los prados ocres rotos por retazos blancos de nieve helada.


































Ya estamos en la ermita de Santa Marina, 
que nos anuncia el repecho final hacia la cumbre.


A tocar!!! Din-Don..

































El ascenso nos da un pequeño respiro y la nieve se hace más patente si cabe.
























El entorno no puede ser más maravilloso; un hayedo imponente Y MISTERIOSO!!
 















 






 
Ahora viene lo bueno, lo esperado, ya no hay marcha atrás... 

 
Allá vamos aguerridos, últimos metros y....

















CUMBRE!!!! 


 














Caras de satisfacción, bien oxigenados…. ¡Objetivo cumplido!
















Foto de rigor, con algunas incidencias posicionales…. un poco más a la derecha, un poco más… y finalmente y como no iba a ser menos… precioso recuerdo.




Frío helador, el aire intrépido se antoja fornido, a ráfagas, así que ¡muchacha!...arrea que no hay tiempo para el ensimismamiento!!!!

















Ya preparados para el descenso, deseosos de deleitarnos con un buen y merecido almuerzo, iniciamos la vuelta

















La ermita nos recibe amorosa en el regazo de sus paredes y la borda, refugio para los más peques


 















Mientras se va perfilando el boceto de Olaf, no hay tiempo que perder… Nos espera un caldo que ha guardado consistente su calor, que agradecemos sobremanera. 



















Todo tipo de ágapes se despliegan a nuestros pies. Bueno, algunos han servido de elementos decorativos de nuestro ya observador Olaf…




Con el estómago bien complacido, nos deslizamos por el barro a buena velocidad.



  

Menos mal que al final del tramo, las aguas de un tímido riachuelo nos permiten descargar algo de los elementos anexados durante este entrañable y familiar paseo por ELGEAMENDI