El 11 de diciembre subimos a Olazar, un monte que ya conocíamos pero que en esta nueva visita nos mostró una cara muy diferente. Y no, nadie se emborrachó, pero por el camino encontramos un montón de borrachines, nombre vulgar con el que se conocer al fruto del madroño, que en esta época está riquísimo.
El plan inicial era subir a la ermita de Santa Marina, pero una batida de caza nos lo impidió, así que decidimos volver a Olazar.
El punto de partida fue el mismo, Hueto Arriba.
Esta vino sin apuntarse
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